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Multa y revocatoria de lincencia, algunas de las sanciones por causar daño ambiental

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Se deben seguir lineamientos y metodología para el cálculo de multas por infracciones ambientales de la Resolución 2086 de 2010.

Por: Karen Pinto Duitama kpinto@larepublica.com.co

Se deben seguir lineamientos y metodología para el cálculo de multas por infracciones ambientales de la Resolución 2086 de 2010

Al inicio de marzo se dio un vertimiento de aguas negras en el río Teusacá, afluente que desemboca en el río Bogotá en su paso por Cajicá. La comunidad señaló los hechos e indicó que el responsable era la Empresa de Servicios Públicos de La Calera, Espucal, por un tubo roto de su propiedad.

Nancy Estela Jaime, gerente de Espucal, afirmó ante Noticias RCN que este tubo no fue la principal fuente de aguas residuales que estaban contaminando el río.

“Pudimos observar, después de que desplegamos nuestro personal técnico y operativo, no se evidencia que sea de nosotros, razón por la cual desplegamos personal de acueductos veredales aguas abajo pero no encontramos la fuente contaminante”, dijo Jaime.

Néstor Pulido, concejal de la Calera, señaló que este río es de gran importancia para los habitantes de la zona, “que se contamine es una gran problemática de salubridad, ya que algunos habitantes aún se alimentan de este río”.

Considerando este caso y otros que presentan en diferentes territorios con menor o mayor impacto ambiental y cubrimiento mediático, Camila Del Villar Hernández, socia de la Práctica Ambiental y Desarrollo Sostenible en DLA Piper Martínez Beltrán explica que, “para la determinación de las sanciones consagradas en la Ley 1333 de 2009, particularmente las multas, las autoridades deben seguir los lineamientos establecidos en la Resolución 2086 de 2010 ‘Metodología para el cálculo de multas por infracciones ambientales – Manual Conceptual y Procedimental’.

Como lo indica la abogada, la regulación ante casos en los que empresas públicas y privadas generen contaminación u otro daño ambiental de forma intencionada o por un accidente de mala gestión, está contenida en la Ley 1333 de 2009.

En primer lugar, la ley establece que en materia ambiental, se presume la culpa o el dolo del infractor, por lo cual el infractor será sancionado definitivamente si no desvirtúa la presunción de culpa, para lo cual podrá utilizar todos los medios probatorios legales.

Además de ello, el infractor será responsable ante terceros de la reparación de los daños y perjuicios causados por su acción u omisión.

En el artículo 17 se determina el procedimiento sancionatorio, el cual iniciará como consecuencia de haberse impuesto una medida preventiva mediante acto administrativo motivado.

Posterior a ello, en el artículo 40 se señala que las sanciones que podrá imponer el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial; las Corporaciones Autónomas Regionales; las de Desarrollo Sostenible, y las Unidades Ambientales de los grandes centros urbanos a los infractores de las normas ambientales, serán de acuerdo con la gravedad de la infracción, pero algunas de ellas son:

1. Multas diarias hasta por 5.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes.

2. Cierre temporal o definitivo del establecimiento, edificación o servicio.

3. Revocatoria o caducidad de licencia ambiental, autorización, concesión, permiso o registro.

4. Demolición de obra a costa del infractor.

5. Decomiso definitivo de especímenes, especies silvestres exóticas, productos y subproductos, elementos, medios o implementos utilizados para cometer la infracción.

6. Restitución de especímenes de especies de fauna y flora silvestres.

7. Trabajo comunitario según condiciones establecidas por la autoridad ambiental.

Y aún con la imposición de alguna de estas sanciones, no se exime de ejecutar obras o acciones ordenadas por la autoridad ambiental competente, ni de restaurar el medio ambiente, los recursos naturales o el paisaje afectados.

Fuente: https://www.asuntoslegales.com.co/consumidor/las-sanciones-para-las-empresas-que-generen-un-dano-ambiental-3814488

La adaptación de la estructura y los cimientos existentes ahorrará aproximadamente 78.400 toneladas métricas de emisiones equivalentes de dióxido de carbono en comparación con la creación de una nueva base estructural

Escrito por: Ramón Roca – El Periódico de la Energia

El pasado lunes 26 de febrero Google estrenará su nueva sede de Nueva York en St. John’s Terminal. La nueva estructura se construyó sobre la terminal ferroviaria original de la década de 1930 que sirvió como punto final de lo que ahora es High Line. 

Las vías expuestas a lo largo de la fachada norte hacen un guiño a esta historia, mientras que el diseño sostenible y los espacios de trabajo innovadores se centran en el futuro. “Este edificio representa nuestras últimas ideas sobre cómo podemos trabajar mejor junto con nuestros clientes, socios y entre nosotros”, señala el gigante tecnológico.

Más de 14.000 empleados de Google ahora consideran a Nueva York su hogar, frente a los 7.000 empleados en 2018, cuando anunciaron por primera vez su participación en el proyecto. “No sólo hemos cumplido nuestra promesa de duplicar nuestra fuerza laboral en Nueva York durante la década posterior a ese anuncio, sino que lo hemos hecho en la mitad de tiempo. Es un testimonio de la vitalidad de Nueva York, su diversidad de talentos y sus instituciones de clase mundial que nos mantienen arraigados aquí”, explica Sean Downey, presidente de Google América y Negocios Globales.

La compañía ha trabajado para asegurar que las oficinas de Google en Nueva York mejoren las comunidades donde operan en lugar de sobresalir sobre ellas. Una de las formas en que lo hacen es adaptando edificios históricos para reutilizarlos en nuestras oficinas, como sucede también en Pier 57 y Chelsea Market. 

Reutilización de un histórico edificio

 

La estructura original de la terminal St. John’s sirve como base de nuestra nueva oficina, pero eliminaron la parte que se alzaba sobre la calle Houston, eliminando un túnel oscuro y restaurando la conexión entre el vecindario de Hudson Square y el paseo marítimo.

Se proyecta que la adaptación de la estructura y los cimientos existentes ahorrará aproximadamente 78.400 toneladas métricas de emisiones equivalentes de dióxido de carbono en comparación con la creación de una nueva base estructural. Esto equivale a retirar aproximadamente 17.000 automóviles de las carreteras durante un año.

El edificio tiene más de 6.000 metros cuadrados de vegetación a nivel de la calle, en jardines de vías y en terrazas, redefiniendo lo que significa “espacio verde” para la ciudad de Nueva York. 

“Esto no sólo mejora la experiencia de los ocupantes sino que también beneficia a la ecología local”, dice Downey. 

Paneles solares

 

Más del 95 % de las plantas exteriores de la terminal St. John’s son nativas del estado de Nueva York, lo que reintegra el edificio al sistema local. Trabajando con NYC Audubon, han observado más de 40 especies de aves utilizando el hábitat creado en la terminal de St. John, incluidas aves que se abastecen de agua y alimentos para un vuelo migratorio transatlántico. 

St. John’s Terminal ha recibido el estándar de construcción ecológica LEED Platinum y es impresionantemente eficiente desde el punto de vista energético. Su gran conjunto de paneles solares reduce el consumo de energía de la red, mientras que se capturan hasta 92.000 galones (casi 350.000 litros) de agua de lluvia para riego. El proyecto también utilizó madera recuperada del paseo marítimo de Coney Island después del huracán Sandy.

¿Qué efecto cree que tiene la IA sobre el medio ambiente? El Joint Research Centre de la Unión Europea incluyó esta pregunta en una encuesta realizada entre marzo y julio de 2021. Del total de personas encuestadas, un 32 % afirmó que su uso era positivo mientras que un 5 % defendió los efectos negativos que la IA podría tener. Sin embargo, la mayoría (63 %) indicaron que no esperaban ningún efecto de la IA sobre el entorno natural, demostrando una falta de conocimiento sobre la relación entre la IA y la sostenibilidad ambiental.

La realidad es que ya en 2019 se encendieron las alarmas cuando un artículo científico estimó que una sesión de entrenamiento de un modelo de lenguaje muy popular en esa época emitía tanto CO₂ a la atmósfera como cinco automóviles a lo largo de su vida útil.

Con la reciente aparición de los grandes modelos de la IA generativa, como ChatGPT, el debate en torno al consumo energético de estos algoritmos no ha hecho más que intensificarse. Investigadores de la Universidad de Copenhague calcularon que una única sesión de entrenamiento de GPT-3 requería un consumo energético equivalente al de 126 hogares daneses durante un año, generando una huella de carbono comparable a la de un automóvil recorriendo 700 000 kilómetros.

No solo los algoritmos son culpables de este enorme consumo, sino también la infraestructura que los rodea, como los grandes centros de datos. La empresa Meta ha anunciado que construirá un hipercentro de datos en Castilla La Mancha. En una zona en peligro de sequía, esta infraestructura consumirá tanta agua cada 30 minutos como una persona en todo un año.

 

Nacen los algoritmos verdes

 

Actualmente nos enfrentamos a la paradoja de Jevons. A pesar de reconocer la IA como una herramienta crucial en la lucha contra el cambio climático, su creciente demanda podría contribuir significativamente al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Es, por tanto, imprescindible que la IA trace caminos para mejorar la sostenibilidad de nuestro planeta. Este objetivo se refleja de manera destacada en España en la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, que busca proporcionar un marco para el desarrollo de una IA inclusiva, sostenible y centrada en la ciudadanía. En línea con uno de sus pilares, recientemente se ha lanzado el Programa Nacional de Algoritmos Verdes.

Los términos IA verde o algoritmos verdes abordan una perspectiva dual. Por un lado, se enfocan en el desarrollo de aplicaciones en diversos ámbitos y sectores que no solo impulsen la sostenibilidad, sino que también contribuyan a combatir el cambio climático (conocido como enfoque “green-by”).

Existen numerosos ejemplos en los que la IA ayuda a resolver problemas medioambientales, como el control y predicción de la demanda de agua, reducción del impacto ambiental de la agricultura, optimización del consumo energético de edificios y la mejora de rutas de transporte.

El segundo ámbito de actuación de los algoritmos verdes se centra en explorar vías para lograr algoritmos más escalables y sostenibles, con el objetivo de reducir la huella de CO₂ generada por los algoritmos existentes (enfoque “green-in”).


Hacia un futuro verde

 

A pesar de que la IA verde es un concepto relativamente reciente, la urgencia de garantizar que la IA sea respetuosa con el medio ambiente se ha vuelto cada vez más evidente. Este planteamiento refleja la creciente conciencia sobre la necesidad de equilibrar el avance tecnológico con la sostenibilidad ambiental.

Quizás, en un futuro próximo, los sistemas de IA incluyan una etiqueta que certifique su eficiencia energética, proporcionándonos información clave para tomar decisiones informadas, de manera similar a como evaluamos la eficiencia energética de los electrodomésticos. En un mundo donde se estima que las tecnologías desempeñarán un papel esencial en el siglo XXI, cada esfuerzo individual cuenta.

Este enfoque hacia una IA verde no solo implica una transformación en la manera en que desarrollamos y utilizamos la tecnología, sino también un cambio cultural en la sociedad. Al promover la conciencia sobre la huella ambiental de la IA y fomentar la adopción de prácticas más sostenibles, podemos contribuir colectivamente a un futuro más equitativo y respetuoso con el medio ambiente.

Los avances de Apple en el uso de materiales reciclados son notables, pero algunos expertos en sostenibilidad opinan que es una pista falsa que ha desviado la atención pública de un problema mayor

Por: Bloomberg — Apple (AAPL)

Apple ha anunciado este año una vertiginosa gama de productos, aunque ninguno tan importante para su negocio como el iPhone 15. A primera vista, el último iPhone de Apple parece haber dado en el clavo desde el punto de vista de la sostenibilidad.

La huella de carbono del iPhone 15 Pro se ha reducido casi un 30% en comparación con el valor de referencia definido por la empresa (aunque ha aumentado un 1% respecto al iPhone 14 Pro), y Apple ha eliminado en gran medida los envases de plástico. También hay una amplia gama de materiales 100% reciclados en el teléfono, desde la lámina de cobre de su cargador inductivo y el oro de su conector USB-C hasta el cobalto de su batería, todas ellas primicias para el gigante tecnológico de Silicon Valley.

Los avances de Apple en el uso de materiales reciclados son notables, dado que la minería suele generar conflictos y degradación ecológica. Pero a ojos de algunos expertos en sostenibilidad, también es una pista falsa que ha desviado la atención pública de un problema mayor.

“En realidad, el reciclaje es una distracción”, afirma Gary Cook, director de campañas mundiales sobre el clima de la ONG medioambiental Stand.earth. Cuando se trata de reducir el impacto climático, “reparar es mucho más importante”, afirma Cook.

Los datos de Apple muestran que aproximadamente el 80 por ciento de las emisiones de carbono de todo el ciclo de vida de un iPhone 15 Pro corresponden a su producción. Esto significa que cuanto más tiempo conserven los consumidores su dispositivo, más emisiones ayudarán a evitar.

“El peor reciclaje es mejor que la mejor minería, pero eso no significa que reciclar sea lo más ecológico”, afirma Josh Lepawsky, profesor especializado en residuos electrónicos de la Universidad Memorial de Terranova.

Extraer cobre, oro y otros minerales de los terminales retirados y fabricar otros nuevos requiere energía. “Lo que presentan como un círculo cerrado en realidad no lo es”, afirma Lepawsky.

 

Esto es especialmente preocupante para una empresa del tamaño de Apple. El año pasado, el gigante tecnológico vendió casi 225 millones de iPhones en todo el mundo. Aunque un iPhone 15 Pro genera 66 kilogramos de dióxido de carbono durante su vida útil -el equivalente a ir en coche de Washington DC a Filadelfia-, si se aplica a todos los teléfonos inteligentes que Apple envió en 2022, las emisiones ascienden a unos 15 millones de toneladas métricas. Eso es aproximadamente cuatro veces más que las emisiones anuales de los edificios de Washington DC.

“Es ingenuo pensar que cualquier producto informático es realmente sostenible”, afirma Andreas Nobell, director de TCO Development, un instituto sueco que certifica la electrónica ecológica. “Sólo habrá distintos grados de sostenibilidad”.

En lugar de comprar un nuevo teléfono fabricado con materiales reciclados, Nobell afirma que los consumidores harían un mejor trabajo protegiendo el planeta -así como su propio bolsillo- si siguieran utilizando su teléfono actual.

Un portavoz de Apple dijo que la empresa está dando prioridad a la longevidad, lo que incluye hacer que sus teléfonos sean más duraderos y garantizar que las actualizaciones de software funcionen en los dispositivos más antiguos. Los recientes cambios de hardware también incluyen el rediseño del iPhone 15 Pro para que el vidrio trasero se pueda reemplazar por sí solo, lo que ahorrará a los usuarios más de US$300 en comparación con la línea iPhone 14 Pro.

 

“Con miles de puntos de servicio autorizados, también ofrecemos a los talleres de reparación independientes acceso a las piezas, herramientas y manuales de Apple”, afirma un portavoz de Apple. “El año pasado, fuimos el primer gran fabricante en lanzar un programa de reparación de autoservicio, y somos los primeros en respaldar la regulación de reparación estatal y federal para garantizar la coherencia, la seguridad y la privacidad del cliente.”

Pero Kyle Wiens, que dirige el grupo de defensa y negocio de reparaciones electrónicas iFixit, culpa a Apple de utilizar software para “bloquear la mayoría de las reparaciones [independientes]”.

El emparejamiento de piezas -es decir, cuando un determinado componente se empareja con un teléfono concreto mediante software- ha socavado la reparabilidad de los iPhones y la credibilidad medioambiental de Apple, afirma Wiens. Su equipo desmontó recientemente dos iPhone 15 Pro Max e intercambió componentes de los dispositivos. Lo que sucedió después, los probadores de iFixit encontraron, fue una ola de advertencias de Apple que decían “No se puede determinar si la pantalla de su iPhone es una pieza original de Apple”.

El desarrollo tecnológico ha potenciado a las organizaciones de todos los tamaños, permitiéndoles ser más competitivas, eficientes y productivas.

A través de la Inteligencia Artificial, la automatización de procesos o el análisis de datos a gran escala, las empresas ahora tienen la capacidad de desarrollar estrategias de negocio, escalar operaciones o crear nuevos productos de manera más ágil.

Sin embargo, otros aspectos están cobrando cada vez más relevancia para las compañías, impulsados también por la tecnología. Uno de los más importantes son las estrategias de sostenibilidad, centradas en mejorar la relación de las organizaciones con el medio ambiente, los recursos y las comunidades de interés de las empresas.

El Canadian College of Technology and Business define la tecnología sostenible como “las innovaciones y desarrollos tecnológicos que ayudan a minimizar el impacto medioambiental y a evitar el agotamiento de los recursos”. Esto incluye ejemplos como vehículos eléctricos, energía solar, ciudades inteligentes o biocombustibles.

Gartner, una de las principales firmas de investigación y consultoría del mundo, proyecta que para 2025, el 50% de los CIO contarán con indicadores de rendimiento vinculados a la sostenibilidad del Departamento de Tecnología de la Información (TI). Sin embargo, la noción de tecnología sostenible va más allá de las operaciones internas de TI. Se trata de aprovechar las soluciones digitales para impulsar resultados ambientales, sociales y de gobernanza, tanto para la empresa como para sus clientes.

El impacto de la tecnología sostenible

La tecnología sostenible muestra resultados significativos al contribuir al ahorro de recursos renovables, como la energía, al optimizar el uso de materiales necesarios para la fabricación de productos. Sin embargo, su alcance va mucho más allá.

En su búsqueda de un mundo más verde y equitativo, organizaciones como SAP han liderado el desarrollo de soluciones empresariales con una visión de futuro de cero emisiones, cero desperdicio y cero desigualdades. Este enfoque no solo responde a una responsabilidad corporativa, sino que también impulsa la innovación, generando un impacto positivo en la economía, la sociedad y el medio ambiente.

Según el mismo documento de Gartner mencionado anteriormente, el impacto de la tecnología sostenible se evidencia en tres áreas operativas dentro de las organizaciones. Comenzando por las operaciones de TI internas, donde se aplica tecnología para seleccionar herramientas, hardware y proveedores adecuados para maximizar el rendimiento con recursos mínimos. Ejemplos de soluciones incluyen la administración responsable de activos de TI y la externalización de operaciones hacia proveedores sostenibles, como la nube a hiperescala.

Además, en las operaciones internas de las empresas, la tecnología sostenible permite adoptar prácticas comerciales responsables y modelos de negocio innovadores. Desde la adopción de energías renovables, hasta la implementación de sistemas de gestión de residuos. Con esto, pueden reducir su huella ambiental y mejorar su desempeño financiero.

Finalmente, el impacto se refleja también en las operaciones de los clientes, donde las organizaciones pueden traducir los beneficios de la tecnología sostenible a sus productos o servicios, creando valor compartido para todos los involucrados.

En resumen, la tecnología sostenible no solo es una necesidad ambiental, sino también una oportunidad para que las empresas lideren el cambio hacia un futuro más próspero. Con una visión holística y acciones concretas, las compañías pueden impulsar la innovación, mejorar su reputación y contribuir positivamente al mundo en el que operan.

La relación entre la tecnología y el ambiente es sin duda indiscutible y bastante compleja, ya que, dependiendo del uso que se le de a la misma puede producir daños o beneficiar a nuestro maltrecho planeta.

La relación entre la tecnología y el medio ambiente es sin duda bastante compleja, ya que, dependiendo del uso que se le dé a la misma puede producir daños o beneficiar a nuestro maltrecho planeta.

Como es sabido, el grado de contaminación está ligado a una seria de factores como el crecimiento de la población, la urbanización, el desarrollo industrial y la utilización de los recursos naturales, entre otros. Los cambios en la forma: cómo vivimos, el crecimiento poblacional, el exceso del gasto energético, la constante necesidad de producir más alimentos y más bienes de consumo, son factores que llevaron a grandes avances tecnológicos. En nuestro día a día, la mayoría de las actividades que realizamos contaminan (acústica, lumínica o atmosféricamente), por lo que avanzar hacia una nueva cultura resulta imprescindible.


Los avances en la tecnología


Los avances en la tecnología no solo afectan negativamente al ambiente, sino que también puede contribuir a su mejora, y si se utiliza de una buena forma puede ser una herramienta importantísima para la conservación del planeta. En el último tiempo, las industrias han logrado avances impresionantes en el uso de la tecnología para ayudar a proteger el medio ambiente, logrando desempeñar un papel importante en la gestión de los problemas ambientales globales. Las nuevas tecnologías están ayudando a reducir la contaminación, restaurar los ecosistemas y proteger las especies en peligro de extinción.

Ejemplo de todo esto son los drones, que ayudan a detectar la tala ilegal o la caza en áreas protegidas. También destaca la inteligencia artificial (IA) que se puede utilizar para analizar imágenes satelitales y detectar cambios en la tierra o en la calidad del agua. Con el uso adecuado de la tecnología, podemos crear un ambiente más saludable para las futuras generaciones, sin dejar de disfrutar de las comodidades modernas.

La tecnología puede ayudar a reducir los cambios del efecto invernadero al generar menos emisiones de dióxido de carbono por el uso de energía que depende de fuentes renovables como la energía solar o la eólica. Al asegurarnos de que la tecnología se use de forma ética y con responsabilidad estaremos garantizando un entorno más seguro para nosotros y para el futuro.


Las tecnologías verdes


Como ya dijimos anteriormente, los avances tecnológicos nos han permitido acceder a más recursos y mejorar nuestra calidad de vida. Por otro lado, también han provocado la degradación ambiental debido a la contaminación, el consumo excesivo de recursos y el cambio climático.

Hace relativamente poco surgió un nuevo concepto: las tecnologías verdes, que se han vuelto cada vez más importantes en nuestras vidas por su rápido crecimiento y sobre todo por la revolución que conllevan en la forma en que interactuamos con el medio ambiente.

El objetivo de estas tecnologías verdes es brinda soluciones sostenibles ante problemas específicos y generales. Con un enfoque en la naturaleza, son de gran ayuda en la transición hacia un futuro más sostenible, brindando la capacidad para reducir el consumo de combustibles fósiles, y promoviendo una calidad de agua y aire más limpios.

Las tecnologías verdes son cada vez más importantes en la lucha contra el cambio climático y la degradación ambiental, pero cuentan con muchas barreras como el costo de implementación, la falta de infraestructura y el acceso limitado a los recursos. También se requiere un cambio de mentalidad entre las personas y las empresas, que suponga invertir en fuentes de energía renovable para reducir su huella de carbono y alternativas para reducir la producción de desechos.

Todos podemos participar en este cambio de paradigma tomando diferentes medidas como educarnos y capacitarnos en la materia, o alentando y apoyando las iniciativas relacionadas con la implementación de estas tecnologías.

Un área en la que todos podemos colaborar es la relacionada con la gestión de residuos. Por su parte, la IA puede mejorar la gestión de residuos mediante la clasificación y optimización de la recolección y el reciclaje. También puede ayudar a diseñar productos y materiales que sean más fáciles de reciclar o que tengan un menor impacto ambiental.

Otros sectores en el que podemos colaborar (todos, incluso las empresas) son la reutilización y la donación de aparatos electrónicos viejos. Ya que cada año se producen alrededor de 50 millones de toneladas de desechos eléctricos y electrónicos.

Gestionar y reducir el consumo de energía lleva a una transformación digital que ya se está poniendo en práctica en muchas empresas, adaptado las formas de trabajar. Uno de los principales ejemplos es la digitalización de los procesos internos, que permite un flujo de trabajo más eficiente y reduce el consumo de papel.

La tecnología puede convertirse en una de las herramientas más importantes para protección del ambiente. Los avances permiten mayor conocimiento, tanto técnico como científico, sobre recursos naturales. Debemos movernos hacía un desarrollo sostenible. Está en nuestras manos accionar, educarnos y concienciarnos de la importancia de cuidar el medio ambiente y del rol que tenemos con el planeta.

Sin duda, uno de los diseños de estadios de la Copa Mundial de la FIFA™ más innovadores de la historia, el Estadio 974 se construirá con contenedores de transporte, asientos desmontables y otros "bloques de construcción" modulares.

Sin duda, uno de los diseños de estadios de la Copa Mundial de la FIFA™ más innovadores de la historia, el Estadio 974 se construirá con contenedores de transporte, asientos desmontables y otros “bloques de construcción” modulares.

El Estadio 974, único situado en el paseo marítimo, con vistas espectaculares del horizonte de Doha, se construyó utilizando contenedores de transporte marítimo estándar certificados y elementos modulares de acero, en homenaje al puerto cercano y a la historia industrial de la parcela en la que se asienta.

El resultado es un edificio inconfundible, de atrevidos colores y resueltamente moderno. Su concepto fue diseñado por Fenwick Iribarren Architects.

Su ingenioso diseño modular hizo que se necesitaran menos materiales de construcción normales que para los estadios tradicionales, lo que ayudó a reducir costos.

Capacidad del Estadio de la Copa Mundial de la FIFA 2022*: 44,089

*La capacidad para partidos específicos puede variar ligeramente. Legado y sostenibilidad

Es el primer estadio que cumple con los requisitos de la FIFA que puede desmontarse totalmente y destinarse a otros usos tras el torneo.

Su diseño es pues flexible, lo que permite volver a edificarlo con el mismo aforo en otro lugar u optar por hacer varios campos más pequeños utilizando los mismos materiales.

Recibió una calificación de 5 estrellas del Global Sustainability Assessment System (GSAS) tanto por su diseño como por su construcción.

Su zona de asiento está diseñada para ventilarse de forma natural, por lo que no hace falta aire acondicionado. Toda la estructura de acero del estadio puede reciclarse y reutilizarse después del torneo, según la opción de legado que se elija.

Los métodos de aprovechamiento eficiente de los recursos hídricos empleados garantizan la reducción del consumo de agua en un 40% en comparación con un estadio convencional.
No es un secreto que los dispositivos electrónicos en la actualidad son parte de la vida cotidiana y que así como se adquieren también pierden su vida útil tras su uso.

Es por esto que se podría pensar que estos aparatos se vuelven basura. No obstante, esta clase de residuos pueden reciclarse y así mitigar la contaminación ambiental.

Tenga en cuenta que el proceso de reciclaje comienza en el momento cuando el aparato electrónico es desechado; luego es recogido; además es transportado para su almacenaje; se le hace un tratamiento; y finaliza una vez se hayan obtenido las materias primas a partir de las cuales se fabricarán nuevos Aparatos Eléctricos y Electrónicos (AEE) u otros productos que se ofertan.

Entre los aparatos que puede reciclar están los computadores, celulares, tabletas, impresoras, cámaras y televisores, entre otros.

Así puede reciclar algunos dispositivos electrónicos

1. Debe identificar los dispositivos electrónicos que ya no usa o que están dañados.

2. Determine cuáles son los puntos de recolección autorizados para depositar sus dispositivos electrónicos. Para ello es importante que tenga en cuenta que no debe tirar estos productos a la basura común ni dejarlos en la calle.

3. Antes de entregarlos, debe limpiar sus dispositivos electrónicos y elimine su información personal, esto con el propósito de proteger su identidad.

4. Entregue sus dispositivos electrónicos en los puntos previamente identificados.

Recuerde que en estos lugares el personal estará capacitado y clasificará la “basura”, la pesará y transportará a las plantas de tratamiento, donde se realizará el proceso de reciclaje.

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